El pesimismo se instala en Coinbase: “Existe una incertidumbre considerable”
El avance de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) sobre el sector de las criptomonedas es imparable. El regulador ha demandado en los últimos días a Binance y Coinbase, dos de las más grandes criptobolsas del mundo, y ha declarado la guerra total al sector con su presidente, Gary Gensler, a la cabeza. Si bien es cierto que los criptoactivos parecen haber resistido bien la acción regulatoria de la SEC, S&P y otras firmas de análisis creen que la cosa no pinta demasiado bien para Coinbase.
“S&P Global Ratings considera la demanda de la SEC contra Coinbase como una continuación de una serie de reveses regulatorios para Coinbase, en consonancia con nuestra perspectiva negativa. Como afirmamos en enero de 2023, podríamos rebajar la calificación si el aumento de la regulación resulta perjudicial para el modelo de negocio de la empresa, aunque creemos que sigue existiendo una incertidumbre considerable”, señalan desde la calificadora neoyorquina.
Como mencionan, el pasado enero la firma estadounidense rebajó la deuda de la criptobolsa de ‘BBB’ a ‘BB-’ y cambió su calificación de “grado de inversión” a “grado especulativo”. Entonces, S&P señaló que los volúmenes de negociación en la bolsa se habían debilitado “significativamente”, al tiempo que aumentaba la atención regulatoria sobre el sector tras el colapso de FTX y advertía que la criptobolsa seguiría “presionada” en este 2023.
“Creemos que la quiebra de FTX en noviembre ha afectado gravemente a la credibilidad percibida de la criptoindustria, causando una falta de compromiso minorista”, aseguraron.
Si bien es cierto que la situación no ha cambiado mucho desde entonces, de hecho se podría argumentar que ha ido a peor con esta demanda por parte de la SEC, S&P cree que hay algo de luz para la compañía a pesar de los evidentes “vientos en contra” que tiene por delante.
Y es que la agencia de calificación espera que los tipos de interés más altos “respalden los ingresos por suscripciones y servicios, en particular los ingresos por intereses de USD Coin (USDC) o de los clientes y el efectivo propio de la empresa”.
S&P también señala que Coinbase mantiene una “buena liquidez, con una ralentización del ritmo de quema de efectivo en el primer trimestre de 2023”. En este sentido, las reservas en dólares estadounidenses ascendían a 5.300 millones de dólares a 31 de marzo de 2023, 172 millones menos que el 31 de diciembre de 2022. “La empresa sigue operando con un fuerte colchón de exceso de efectivo frente a unos 3.500 millones de dólares de deuda bruta”, destacan.
No obstante, S&P estima que los ingresos procedentes del ‘trading’ de criptodivisas “se ralenticen con respecto al primer trimestre debido a los menores volúmenes de negociación”. Con todo, calculan que Coinbase “sigue en camino de registrar un ebitda ajustado positivo en el segundo trimestre”.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Desde S&P recuerdan que la capitalización de mercado de USDC ha ido cayendo paulatinamente e incluso llegó a perder la paridad con el dólar tras el colapso de Silicon Valley Bank, uno de los principales prestamistas de Circle, empresa emisora de esta ‘stablecoin’. Entre tanto, el gran rival de USDC, Tether (USDT), ha capitalizado estas pérdidas y sigue aumentando su condición de líder del mercado.
“Si ese descenso continúa, presionaría los ingresos de Coinbase en la segunda mitad del año”, advierten desde la agencia neoyorquina.
Asimismo, la SEC ha señalado en su demanda una lista de 13 criptoactivos que considera valores (entre ellos cardano (ADA), solana (SOL), polygon (MATIC) o filecoin (FIL)), pero también ha indicado que esta lista “no es exhaustiva”. Esto significa que, si los tribunales diesen la razón al regulador y designase a estos activos digitales como valores, ello obligaría a Coinbase a retirar de su plataforma algunos activos digitales.
“Si eso ocurre, creemos que los ingresos por negociación de la empresa podrían disminuir, pero la magnitud exacta del descenso sigue siendo incierta”, alertan. Coinbase reveló en su carta a los accionistas del primer trimestre de 2023 que otros criptoactivos (252 criptoactivos excluidos bitcoin (BTC) y ethereum (ETH)) representaron el 46% de los ingresos por transacciones, aproximadamente el 23% de los ingresos totales. Esta cifra, matizan desde S&P, no incluye los ingresos por transacciones no estadounidenses que no están sujetos a la regulación de la SEC.
Por lo tanto, la calificadora estadounidense cree que, en el peor de los casos, aquel en el que se exija a Coinbase retirar de la lista todos los demás criptoactivos, la empresa correría el riesgo de perder alrededor del 20% de sus ingresos totales. “El impacto sería menor si se exigiera a Coinbase retirar de la lista sólo los 13 criptoactivos mencionados en la demanda de la SEC. Además, el impacto podría mitigarse si Coinbase se registrara como corredor de bolsa/intercambio registrado, lo que le permitiría seguir listando activos digitales clasificados como valores”, añaden.
Por otro lado, el servicio de apuestas (‘staking’) de Coinbase también está bajo el foco de la SEC. En este sentido, S&P cree que, si bien podría exigirse a la empresa que redujera sus actividades en este frente, “no consideramos que estas posibles limitaciones sean significativas para los ingresos, ya que representaron aproximadamente el 3% de los ingresos netos de Coinbase tras ajustar las recompensas transferidas a los clientes”.
OPINIONES DISPARES
S&P no ha sido la única firma que ha mostrado sus reservas con Coinbase. Mark Palmer, analista de Berenberg, moderó su optimismo con la criptobolsa y recomendó a los inversores apostar por MicroStrategy por su mayor exposición al bitcoin y por el conflicto entre Coinbase y el regulador estadounidense.
“Los inversores deberían centrarse en si la empresa tiene la capacidad de pivotar con éxito su modelo de negocio y enfoque geográfico si se viera obligada a reducir o cesar una gran parte de sus actividades en Estados Unidos como resultado de una acción de regulación de la Comisión, que parece probable que ocurra pronto”, explicó entonces Palmer.
De acuerdo con la firma germana, una derrota judicial ante la SEC sería un duro varapalo para Coinbase, ya que Berenberg estima que una tercera parte de los ingresos netos de la compañía están en juego. “Calculamos que, al menos, el 37% de los 736 millones de dólares en ingresos netos que Coinbase reportó en el primer trimestre de 2023 se derivaron de las comisiones por transacción y los diferenciales que registró por el comercio de ‘tokens’ distintos de bitcoin en EEUU, así como de las comisiones generadas por su servicio de apuestas (‘staking’)”, apuntó. Recientemente, Palmer ha asegurado que, ante las acusaciones de la SEC, alrededor de dos tercios de los ingresos estarían ahora bajo peligro.
A estos pronósticos ya se había sumado Citi, que rebajó su recomendación de ‘compra’ a ‘neutral’ poco más de un mes después de que la SEC enviase un ‘aviso Wells’ a la compañía. “Hasta que no se establezcan mejor las “reglas del juego” regulatorias en EEUU, las acciones seguirán lastradas por este alto nivel de incertidumbre. Tal y como están las cosas, tanto los debates a corto como a largo plazo empiezan y acaban con el predicamento regulatorio de Coinbase”, señaló Peter Christiansen, analista de Citi.
Lo cierto es que las turbulencias que está atravesando Coinbase han tenido su réplica en el mercado. Desde los máximos de marzo, cuando el valor rozó los 84 dólares, las acciones han caído más de un 30% en Wall Street.
Una de las que más ha aprovechado esta caída ha sido Cathie Wood, fundadora de la gestora ARK Invest. Recientemente, esta inversora ha comprado más de 400.000 acciones de la compañía después de que se conociese la demanda de la SEC. Con esta compra, la primera desde mayo, Wood aumentó su posición en Coinbase hasta rozar los 12 millones de acciones, valoradas en unos 590 millones de dólares, lo que la convierte en la cuarta mayor accionista de la firma.
Asimismo, Wood señaló en ‘Bloomberg TV’ que estas demandas, a largo plazo, beneficiarían a Coinbase. Según la consejera delegada de ARK, la demanda contra Binance provocará que la competencia de Coinbase se reduzca, al tiempo que ha destacado que, al contrario que el ‘exchange’ de Zhao, Coinbase no ha sido acusada de ningún delito.
“Hay preguntas sobre lo que es un valor, sobre las apuestas, esas son las dos cuestiones a las que se enfrentan Coinbase y Binance, pero la mayoría de las otras preguntas sobre Binance no tienen nada que ver con Coinbase”, ha sentenciado.
Esta tesis es algo que ha defendido Brian Armstrong, cofundador y consejero delegado de Coinbase,que ha señalado que, “en caso de que no sea obvio, la demanda de Coinbase es muy diferente de otras que hay por ahí”,. Según el CEO, la presentada contra el ‘exchange’ “se centra exclusivamente en lo que es o no es un valor”. “Y estamos seguros de nuestros argumentos y de la ley”, ha subrayado.
No obstante, Wood parece ser de las pocas que se sitúan en el lado optimista. Según datos de MarketScreener, más de una quincena de firmas son neutrales o negativas con el valor, mientras que apenas una decena recomiendan la compra de acciones de Coinbase. Por si fuera poco, ninguna de ellas salvo Berenberg ha revisado su recomendación después de conocerse la demanda de la SEC.
En este sentido, la firma alemana sigue manteniéndose ‘neutral’ respecto a Coinbase, aunque ha alertado de los peligros a los que se enfrenta la compañía. En una entrevista concedida a ‘Yahoo! Finance’, Palmer destacó que la sanción a Kraken pone blanco sobre negro que el ‘staking’, para la SEC, “es un medio a través del cual se crean e intercambian valores”, motivo por el cual accedió a cerrar esa parte de su negocio en EEUU. Pero eso mismo podría no ser posible para Coinbase.
“Una de las grandes preguntas ahora con respecto a Coinbase es, ¿será capaz de pivotar en el extranjero la forma en que ha comenzado a hacer a partir de la puesta en marcha de un intercambio de derivados en las Bermudas. Y también está buscando en Dubai, Singapur, otras geografías, donde podría establecerse. Pero en el primer trimestre, EEUU representó alrededor del 86% de los ingresos netos de Coinbase. Eso no es un giro fácil de ejecutar”, apuntó.
“Creo que, en este caso, esta cuestión es más existencial. Coinbase básicamente ha dicho que no pueden operar su negocio en los Estados Unidos si tienen que registrarlo en la SEC. Por lo tanto, no hay mucho término medio”, concluyó.